lunes, 11 de abril de 2011

Texto Surrealista

Quedé con mi prima para jugar un partido de tenis. Cuando entramos en los vestuarios, el viento rugía tan fuerte que las bocas de los armarios se abrian y cerraban muy veloces. Cuando fuimos a salir de aquel enjambre, todo nuestro cuerpo estaba cubierto de arañazos. Entramos en la pista, y el rugido de la tempestad hacía que la pelota bailase en el aire pero tubimos que dejarlo por que esta no se dejaba domar. Nos acercamos a la cafetería de al lado de la pista de baile a tomar un refresco pero los vasos se unieron al baile derramandose en las piernas de mi prima. Al final, nos fuimos dejando atrás el segundo baile. De camino a casa, los algodones del cielo empezaron a llorar fuertemente y tubimos que correr como gacelas hasta llegar a la puerta.

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